12 de agosto 2024
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El extintor de dióxido de carbono (CO2) es una herramienta esencial en la lucha contra incendios de Clase B y C. Este tipo de extintor utiliza el CO2, un gas inerte, para sofocar las llamas de manera rápida y eficiente.
Aplicaciones del extintor de CO2:
Fuegos de Clase B:
Materiales: Líquidos inflamables como gasolina, aceite y disolventes.
Funcionamiento: El CO2 desplaza el oxígeno alrededor del fuego, sofocando las llamas y previniendo la re-ignición sin dejar residuos.
Fuegos de Clase C:
Materiales: Equipos eléctricos y electrónicos.
Funcionamiento: Ideal para áreas con equipos sensibles, ya que no deja residuos conductores que puedan dañar los componentes eléctricos.
Ventajas del extintor de CO2:
No deja residuos: A diferencia de otros agentes extintores, el CO2 se dispersa sin dejar residuos, lo cual es crucial para la protección de equipos electrónicos.
Eficiencia rápida: Sofoca el fuego rápidamente al desplazar el oxígeno, interrumpiendo la combustión.
Seguro para equipos eléctricos: No es conductor de electricidad, lo que lo hace seguro para su uso en fuegos de equipos eléctricos. Es fundamental realizar un mantenimiento regular de los extintores de CO2 y asegurarse de que todos en la empresa estén capacitados en su uso. Según la normativa NTP 350.043, los extintores deben ser inspeccionados y mantenidos anualmente para garantizar su eficacia en una emergencia.