Una vez que un extintor se ha utilizado (por pequeña que sea la cantidad), es muy importante que se haga una recarga de forma inmediata con el fin de mantenerlo en funcionamiento para evitar una posible tragedia. Adicionalmente, es necesario hacer una recarga de extintores durante las inspecciones de rutina en los casos en los que el contenido esté por expirar o haya expirado, así como en los casos en los que el extintor haya sufrido algún tipo de daño.
Es recomendable hacer la recarga de extintores una vez al año o si ya se ha utilizado. Para esta recarga se debe contratar los servicios de un técnico experto en su rubro teniendo en cuenta estos ocho simples pasos que se detallan a continuación:
1. El contenido del extintor es retirado en su totalidad y se realiza un examen visual de su interior.
2. Una vez despresurizado, el extintor es desmontado por completo.
3. De ser necesario, el extintor pasará por un proceso de prueba hidrostática, en el que el cilindro es sometido a una evaluación rigurosa para detectar fugas y su capacidad de resistencia.
4. De ser necesario, el extintor pasa por un proceso de pintura que consiste en:
-Retirar los restos de la pintura posterior.
-Aplicar una base epóxica que aísla al extintor de la humedad.
-Finalmente, se aplica dos capas de pintura epóxica.
5. Un nuevo agente extintor (polvo, gas, agua, espuma, etc) se llena en el cilindro a través de un proceso al vacío con la cantidad exacta de agente extintor.
6. Se realiza un cambio de todos los repuestos básicos necesarios, tales como empaquetaduras, o’ ring, asientos, etc.
7. El extintor se carga, a presión, con nitrógeno 99,99% puro, mezclado con helio.
8. Por último, el extintor pasa por una prueba de estanqueidad, en la que es sumergido en un tanque de agua para verificar fugas en el cilindro.